Layer Cake de Chocolate y Nutella®


¡Pedazo de clásico que no podía faltar en este blog! 

Además... Las tiendas no paran de ofrecernos la "Navidad anticipada" con productos tan típicos de esta época como son los Ferrero Rocher®. Y... ¿qué queréis que os diga...? Yo estoy totalmente en contra de comprar polvorones o mantecados a finales de octubre, pero... A nadie amarga un dulce... Por lo que al final acabamos cayendo. 


Una cosa que me preocupa, y mucho, es una noticia que leía esta misma mañana sobre "la extinción de la Nutella®" en el periódico La Vanguardia. No sé os habéis enterado de algo, pero yo os informo de lo que he leído: Al parecer, hay un descenso del 70% de la producción de avellana en Turquía (país que suministra este producto a la empresa italiana Ferrero®) debido a unas heladas que tuvieron lugar el pasado mes de marzo. Claro, teniendo en cuenta que entre la composición de la Nutella® nos encontramos con que un 13% de su composición es la avellana, resulta lógico que salten las alarmas. Sin embargo, no podemos corroborar hasta qué punto ésto es verídico, pero me gustaría pensar que se trata de una simple suposición.

Aunque... También os digo una cosa... ¡Al mal tiempo, buena cara! Si la Nutella® se acaba, la fabricamos nosotros de forma casera. Que no es tan difícil y puede estar igual de buena, ¡o más! Jajajaja,

Volviendo un poco a esta riquísima layer cake, sólo puedo deciros que tenéis que hacerla. Tenéis que hacerla porque os va a transportar a un mundo paralelo de felicidad y bienestar. ¡Os lo aseguro! Y si no quedáis satisfechos, os devuelvo... Nada, no os devuelvo nada porque vais a flipar, jajajaja,

Si os parece bien (a mí sí), voy a pasar a contaros cómo la he preparado y qué he necesitado para llevarla a cabo. Venga, laváos las manos que empezamos.

LAYER CAKE DE CHOCOLATE Y NUTELLA®
(Receta del bizcocho adaptada del libro El Rincón de Bea)

Para el bizcocho de 20cm
120 gr. de cacao en polvo Valor®
420 gr. de harina de trigo
500 gr. de azúcar
3 cucharaditas de bicarbonato sódico
1 cucharadita y 1/4 de levadura en polvo tipo Royal®
1 cucharadita y 1/4 de sal
4 huevos grandes
360 ml. de buttermilk (350 ml. de leche + 10 ml. de zumo de limón)
360 ml. de agua tibia
6 cucharadas de aceite de oliva suave
2 cucharadas de extracto de vainilla

Para la buttercream de Nutella®
500 gr. de mantequilla con textura de pomada
450 gr, de azúcar glasé o icing sugar
Nutella® a porrón

Para la decoración
7 u 8 bombones tipo Ferrero Rocher®

Para el bizcocho

1. Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.

2. Engrasamos un molde de 20cm de diámetro, o tres (si disponemos de ellos) con spray desmoldante, o con mantequilla y harina. Reservamos.

3. Preparamos el buttermilk si no lo encontramos en nuestro supermercado habitual. Mezclamos la leche con el zumo de limón y dejamos reposar/cuajar mínimo 10 minutos.

4.Tamizamos todos los ingredientes secos en el bol de nuestra batidora/amasadora: la harina, el azúcar, el bicarbonato, la levadura en polvo, la sal y el cacao en polvo. Los mezclamos bien.

5. Añadimos los ingredientes líquidos: los huevos, el buttermilk, el agua tibia, el aceite y el extracto de vainilla.

6. Mezclamos todo a velocidad baja hasta que desaparezcan los grumos y nos quede una masa totalmente homogénea. No os asustéis, quedará muy líquida.

7. Ponemos la masa de nuestro bizcocho en el moldes (o moldes) que hemos engrasado previamente y horneamos durante 35 minutos. Comprobamos que estén cocidos hincando un palillo de madera en el centro del bizcocho, y si éste sale seco, ya podemos retirarlo del horno.

8. Dejamos templar sin desmoldar durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, desmoldamos el bizcocho y dejamos enfriar sobre una rejilla a temperatura ambiente. Es recomendable una vez frío, envolverlo con papel film y utilizarlo al día siguiente. Estará mucho más bueno, os lo garantizo.

Para la buttercream de Nutella®

1. Batimos la mantequilla durante un par de minutos para terminar de ablandarla a velocidad media-alta. Reservamos.

2. Tamizamos el azúcar glasé o icing sugar y lo incorporamos a la mantequilla en dos tandas: añadimos la primera mitad, y batimos a velocidad baja para no poner la cocina perdida. Echamos la segunda mitad y volvemos a batir a velocidad baja. Una vez que no quede rastro del azúcar, aumentamos la velocidad progresivamente durante unos 8 minutos hasta que obtengamos una mezcla cremosa.

3. Añadimos la Nutella®. Como siempre, de este ingrediente os dejo que echéis la cantidad que consideréis necesaria. Pero... No os paséis porque os puede quedar una buttercream demasiado blanda y que luego no podamos manejar con facilidad. Acabamos de batir hasta incorporar bien.

Montaje de la tarta

1. Este proceso es el básico, el de siempre. Comenzamos igualando los bizcochos con una lira, o con un cuchillo si tenéis buen pulso.

2. Continuamos poniendo un poco de buttercream sobre la base de nuestra tarta y colocamos el primer bizcocho. Lo centramos bien.

3. Echamos una capa generosa de buttercream y la extendemos uniformemente con una espátula de metal. Podéis ayudaros de una manga pastelera con boquilla redonda para este proceso, pero a mí me resulta menos práctico.

4. Colocamos el segundo bizcocho y volvemos a poner una buena capa de crema sobre éste. Repetimos el proceso con el último bizcocho.

5. Cubrimos toda la tarta con una capa fina de buttercream que actuará de "capa recoge-migas" y la metemos a la nevera durante unos 20 minutos.

6. Acabamos de cubrir la tarta con una capa de buttercream más gruesa. Nos ayudaremos de un scraper de metal o de plástico para obtener un acabado más liso y perfecto.

7. Terminamos de decorar al gusto y colocamos unos cuantos bombones tipo Ferrero Rocher®.


Pues hasta aquí puedo leer, como se suele decir... Sólo me queda pediros que pongáis en práctica esta receta si queréis endulzar vuestra vida y mejorar vuestro estado de ánimo.

Para cualquier duda y/o cuestión, ya sabéis donde encontrarme.

¡Un besazo enorme!
Monsieur Citron.


Tarta "Années Folles"


Madames et Mesieurs! 
Les Annés Folles sont arrivées à La Cuisine de Monsieur Citron!

¿Qué leches? Aquí el único loco que hay soy yo!, jajajaja. 

Si por algo se caracterizaban "Los Felices Años 20" era por el sonido de las trompetas en las calles de París y por los famosos "Cafés" de Montmartre, pero también por su revolución cultural e ideológica. La gente se sentía libre y con más ganas de vivir que nunca. 

Ya sabemos que una tarta no puede representar sentimientos como la libertad o las ganas de vivir, pero es evidente que he querido tomar como referencia esa época del París que tanto me encanta. Además, quería empezar a iniciarme en el mundo del fondant y tenía un cortador muy chulo que necesitaba estrenar YA. No encontré, pues, mejor momento que éste para hacerlo.

La mejor parte de todo el proceso para mí fue la de colocar el candelabro. Fue en ese instante cuando realmente sentí que había hecho un trabajo del que me podía sentir mínimamente orgulloso. El laaaaargo rato que eché para colocar las bolas de azúcar una por una también fue bastante jocoso, jaja. 


Yo es que tengo un problema, y es el siguiente: cuantas más cosas preparo, más me gusta la repostería. En principio no es una cosa que podamos calificar de "mala". El conflicto surge cuando quieres comerte lo que has hecho, pero no puedes porque es para un regalo; o cuando quieres comértelo, pero no lo haces para no coger kilos de más, jajajaja. 


En este último caso, creo que deberíamos tomar como referencia la filosofía de vida de aquellas personas que vivieron esa época tan hermosa como fue la de los Felices Años 20 y ser felices con lo que tenemos y con lo que comemos. A mí desde luego me plantas una tarta como ésta a una distancia de unos 20 centímetros de mi cara y, después de reír de alegría, me como hasta las velas, jajajaja.

Oye, a mí con tanto hablar de felicidad... Se me está haciendo la boca agua... ¿Qué tal si empezamos con la receta? Yo ya tengo las manos limpias, y fijo que vosotros/as también, así que... ¡Vamos al lío!

TARTA "ANNÉES FOLLES"
(Receta del Blog La Cuisine de Monsieur Citron)

Para el bizcocho
230 gr. de chocolate negro para fundir
170 gr. de mantequilla
350 gr. de azúcar moreno
3 huevos talla L
1 cucharadita y 1/2 de levadura en polvo
1 cucharadita y 1/2 de bicarbonato sódico
Una pizca de sal
370 gr. de harina de repostería
500 ml. de leche + un buen chorro de zumo de limón
Una cucharadita de extracto de vainilla

Para el relleno
200 ml. de nata para montar (mínimo 35% de m.g.)
Azúcar glas al gusto
2 cucharaditas de estabilizante

Para la decoración
400 gr, de mantequilla con textura de pomada
380 gr. de azúcar glas o icing sugar
200 gr. de chocolate blanco para fundir
Colorante en pasta Claret de Sugarflair®
Fondant o pasta de azúcar

Para el bizcocho
1. Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo. Engrasamos 4 moldes de 15cm de diámetro con spray desmoldante o con mantequilla y harina. Reservamos.

2. Derretimos el chocolate negro al baño maría o en el microondas en intervalos de 30 segundos para que no se nos queme. Dejamos enfriar. 

3. Preparamos el buttermilk mezclando la leche con un buen chorro de zumo de limón. Dejamos reposar unos 10 minutos para que cuaje.

4. Tamizamos la harina junto con la levadura en polvo, el bicarbonato sódico y la sal. Reservamos.

5. Batimos la mantequilla junto con el azúcar a velocidad media hasta conseguir una mezcla cremosa y blanquecina. Añadimos los huevos uno a uno, batiendo a velocidad baja. No añadimos el siguiente hasta que el anterior esté bien integrado.

6. Comenzamos a incorporar los ingredientes secos en tres veces y alternando con el buttermilk a velocidad baja. 

7. Terminamos por verter el chocolate ya enfriado y el extracto de vainilla sobre la mezcla que hemos obtenido anteriormente. 

8. Repartimos la masa proporcionalmente en nuestros moldes ayudándonos de una cuchara de helado y los metemos al horno por un periodo de 30 minutos aproximadamente.

9. Pasado ese tiempo, comprobamos que nuestros bizcochos están bien cocidos hincando un palito de madera. Si éste sale seco, eso quiere decir que ya podemos sacarlos del horno.

10. Los dejamos enfriar durante 10 minutos sin desmoldar. A continuación, los desmoldamos y los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

Para el relleno
1. Sacamos la nata para montar de la nevera y la ponemos en el bol de nuestra batidora o donde la vayamos a montar. Es importantísimo que esté muy muy fría porque, de lo contrario, podríamos tener problemas para poder montarla. 

2. Comenzamos batiendo a velocidad baja y vamos aumentándola gradualmente. Una vez que empiece a estar semi-montada, añadimos el azúcar glas en forma de lluvia sin dejar de batir.

3. Seguimos batiendo unos 5 minutos más o el tiempo que sea necesario. Incorporamos el estabilizante para nata y continuamos batiendo hasta obtener la textura deseada. Pero no os paséis batiendo, ¡pues la nata podría convertirse en mantequilla líquida! Jajajaja.

Para la decoración
1. Derretimos el chocolate blanco al baño maría o en el microondas en periodos cortos de 30 segundos para que no se nos queme. Dejamos enfriar a temperatura ambiente.

2. Batimos la mantequilla en nuestra batidora/amasadora o con una batidora de varillas para ablandarla un poco,

3. Tamizamos el azúcar glas o icing sugar y lo incorporamos a la mantequilla. ¡Es necesario batir a una velocidad baja para no poner la cocina perdida de polvo de azúcar!

4. Aumentaremos la velocidad de forma gradual hasta que obtengamos una mezcla cremosa y suave. Añadimos el chocolate blanco que ya habrá enfriado.

5. Yo he puesto un poco de colorante rosa en pasta para dar un toque diferente a la buttercream. Concretamente he utilizado Claret de Sugarflair®. Tened cuidado porque es un color muy intenso, y si queréis conseguir un rosa palo, debéis poner muy muy poquito.

6. También he querido dar un toque de distinción a la tarta colocándole unas cartelas que he hecho con fondant gris perla.

Montaje de la tarta
1. Cogemos el plato o stand en el que vamos a presentar nuestra tarta y le ponemos un poco de buttercream para sujetar el primer bizcocho.

2. Colocamos el primer bizcocho, centrándolo bien. Ponemos sobre este una buena capa de nata montada. Continuamos colocando y centrando el siguiente. Volvemos a ponerle otra capa de nata montada. Así sucesivamente hasta terminar con el último bizcocho, el cuál ya no llevará una capa de nata encima.

3. El el turno de utilizar nuestra buttercream. Cubrimos toda nuestra tarta con una capa muy finita de buttercream que actuará de "sujeta-migas" y metemos la tarta a la nevera durante unos 20 minutos.

4. Sacamos la tarta de la nevera y continuamos cubriéndola con una capa más gordita de buttercream. Esta vez tendremos que ayudarnos de un scraper metálico o de plástico para dejar los bordes lo más lisos y uniformes posible. 

5. Como me ha sobrado buttercream, he decidido cubrir la parte de arriba con un motivo floral. Es muy fácil hacer las rosas de buttercream. Sólo necesitáis una manga pastelera y una boquilla de estrella (yo he utilizado la 2D de Wilton®). Colocáis la manga en un punto concreto y váis girando alrededor de éste en sentido de las agujas del reloj. Dais un par de vueltas y tiráis hacia arriba. Veréis como salen solas.

6. En cuanto a la decoración de fondant, sólo tenéis que espolvorear un poco de azúcar glas sobre vuestra encimera y estirar el fondant con un rodillo antiadherente. Marcáis con el cortador que hayáis elegido y lo colocáis sobre la tarta a vuestro gusto.

7. Finalmente, he rodeado todo el borde de abajo con perlas de azúcar color plata que da un toque muy elegante y sofisticado a la tarta.


Espero que os haya gustado y que os animéis a hacer todas estas cosicas porque no son tan difíciles como pensamos y podemos sorprender a los nuestros en cualquier ocasión especial.

Un abrazo de los fuertes.

Monsieur Citron.



Tarta Arcoiris - Rainbow Cake


¡Hola cocinillas!

No sabéis cuantísimas ganas tenía de borrar esta receta de mi lista de pendientes. Al fin me he decidido a hacerla y... ¡Qué contento he quedado con el resultado!

Jamás en mi vida había visto unos colores tan vivos representados en una tarta. Bueno, miento, me he visto como 100 video-tutoriales de "Rainbow Cakes", pero nunca antes había tenido una delante.

Puedo decir orgulloso que he superado esta prueba y que no me ha resultado nada difícil. Más bien al contrario. Ha sido una experiencia muy, muy divertida, fácil y entretenida.

Os recomiendo que preparéis esta tarta en vuestros días grises, pues os aseguro que va a contribuir a que éstos sean menos oscuros y a que seáis un poquito más felices.


Aquí os dejo una muestra de como quedaron los colores. Como la tarta era para un regalo de cumple, no tengo fotos de cómo quedó por dentro, pero ya os lo podéis imaginar... Es una maravilla. ¡Me encanta! Si es que me pongo contento sólo con mirar los bizcochos, jajaja.


Ay, ¡que se me olvidaba! Quiero aprovechar esta publicación para comentaros algo... Finalmente me he decidido y voy a hacer el "Curso I de Wilton®". ¡Sí, señoras y señores, Monsieur Citron quiere aumentar sus escasos conocimientos en repostería! Jajaja. Dicho curso tiene una duración de 8 horas, pero está dividido en dos días. Yo la verdad es que lo prefiero así, porque todo de golpe... ¡Fijo que el culo se me pondría como una tabla de planchar! Jajaja. Y nada, está súper bien porque una vez que finalizas el curso, no sólo te regalan el material que has utilizado durante el curso, sino que también te dan un título oficial de la Escuela Wilton® y un manual para poder repasar en casa algún concepto que se te haya podido olvidar en un momento dado. Yo lo voy a realizar en "Cup&Cake", una tienda de repostería creativa que han instalado recientemente en el C.C. Nueva Condomina (aquí en Murcia). ¡Pero es que encima te hacen un 10% de descuento en todos los productos Wilton® de la tienda tras acabar el curso! ¿Inconvenientes? Pues resulta que hay 4 cursos, cada uno especializado en un dominio de la repostería. Peeero no puedes hacer ninguno de los cursos sin haber realizado el primer nivel. Es decir, una vez que hayas hecho el primer nivel, ya puedes elegir entre los 3 restantes, pero es obligatorio realizar el primero.


¡Ya os contaré qué tal me ha ido cuando lo haga! Seguro que bien. Haré foticos y eso (si me dejan, jajaja). 

Venga, ¡ya no me enrollo más! Vámonos con esta recetaca... 

TARTA ARCOIRIS - RAINBOW CAKE

Necesitarás...
Para los 6 bizcochos de 15cm de diámetro:
  • 480 gr. de azúcar
  • 225 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 4 huevos talla L
  • 450 gr. de harina de trigo
  • 1 cucharadita y 1/2 de levadura en polvo o polvo de hornear tipo Royal®
  • 1 pizca de sal
  • 250 ml. de buttermilk (250 ml. de leche entera + un buen chorreón de limón
  • Colorante en pasta Sugarflair® Violet Grape
  • Colorante en pasta Sugarflair® Ice Blue
  • Colorante en pasta Sugarflair® Party Green
  • Colorante en pasta Sugarflair® Yellow Egg
  • Colorante en pasta Sugarflair® Peach
  • Colorante en pasta Sugarflair® Red Extra
Para la buttercream de chocolate blanco:
  • 400 gr. de mantequilla con textura de pomada
  • 400 gr. de azúcar glasé o icing sugar
  • 200 gr. de chocolate blanco derretido y enfriado

Así lo preparamos...

Los bizcochos:

1. Precalentamos el horno a 180ºC. Engrasamos nuestros moldes de 15cm desmontables con spray desmoldante o con mantequilla y harina. Yo sólo tengo dos, por lo que tuve que hacer 3 hornadas. Si tenéis 6, mejor que mejor. Pero tenemos que "amoldarnos" a lo que tenemos.

2. Hacemos nuestro buttermilk casero si no lo encontramos en nuestro supermercado habitual. Simplemente tenemos que mezclar la leche con un buen chorro de zumo de limón y dejar reposar unos 10 minutos. La leche se cuajará, pero no os asustéis, porque eso es lo que buscamos.

3. Tamizamos la harina junto con el polvo de hornear y la sal. Reservamos.

4. Ponemos la mantequilla en nuestra amasadora, o en un bol si no disponemos de una, y batimos hasta que se blandee un poco. Añadimos el azúcar y continuamos batiendo hasta obtener una mezcla cremosa.

5. Incorporamos los huevos UNO A UNO a velocidad baja. Es muy importante no añadir el siguiente hasta que el anterior no esté bien integrado.

5. Es el turno de los ingredientes secos. Los añadimos a la mezcla anterior en 3 veces, a velocidad baja y alternando con el buttermilk. Acabaremos siempre con la harina.

6. Echamos una cucharada generosa de vainilla en pasta. Si no la encontráis, la esencia de vainilla puede servir, pero es resultado no tiene nada que ver, os lo aseguro.

7. Ahora tenemos que conseguir 6 boles o recipientes para dividir la masa anterior de manera proporcional en 6 partes. Nos ayudaremos de una cuchara de helado para que la división sea más equitativa.

8. Una vez que hemos repartido la masa, procedemos a tintar cada una con un color distinto. Aseguraos bien de que quedan todas bien mezcladas, o el resultado será bastante feo.

9. Como he dicho antes, yo sólo dispongo de dos moldes de 15cm, así que lo que hice fue hornear primero los colores morado y azul; posteriormente, hice lo mismo con los colores verde y amarillo; y finalmente, el naranja y el rojo.

10. Dejamos enfriar sobre una rejilla, Después, igualamos nuestros bizcochos con una lira o con un cuchillo de sierra si tenéis buen pulso. A mí me gusta también quitar los bordes para que el conjunto de la tarta quede más blandito. Terminamos envolviéndolos con papel film para que no se endurezcan.

Para la buttercream:

1. Derretimos el chocolate blanco al baño maría o en el microondas. Dejamos enfriar a temperatura ambiente.

2. Tamizamos el azúcar glasé o icing sugar. Reservamos.

3. Ponemos la mantequilla con textura de pomada en nuestra batidora/amasadora, o en un bol si utilizamos batidora de varillas. Batimos un par de minutos para que ésta se blandee un poquito.

4. A mí me gusta añadir el azúcar glasé o icing sugar en dos veces, para evitar poner la cocina perdida. Así que lo dicho, incorporamos el azúcar en dos veces y a velocidad muy lenta.

5. Una vez que se hayan integrado la mantequilla y el azúcar, aumentamos la velocidad progresivamente hasta alcanzar una que sea media-alta y batimos durante 5 minutos. Debemos obtener una mezcla sedosa.

6. Con nuestra batidora encendida y a velocidad baja, vamos añadiendo el chocolate blanco que ya habrá enfriado. Una vez que esté bien integrado, podemos parar de batir.

Montaje de la tarta:

1. Ponemos nuestra fuente o plato en el/la que vayamos a presentar nuestra tarta sobre una base giratoria. Untamos éste/ésta con un poco de buttercream.

2. Colocamos y centramos bien el primer bizcocho, que en este caso sería el de color morado.

3. Le ponemos una capa de buttercream no muy gruesa puesto que son muchos bizcochos y puede resultarnos pesada la tarta a la hora de comerla.

4. Continuamos con el de color azul. Repetimos el mismo proceso. Así con todos los restantes.

5. Una vez tengamos todos los bizcochos colocados, cubrimos todo con una capa recoge-migas y metemos a la nevera durante unos 20 minutos para que sea más fácil decorarla después.

6. La decoración la dejo a vuestro gusto. Yo esta vez he optado por la "decoración de escamas". Es muy fácil de hacer y queda muy vistosa. Simplemente tenéis que colocar una boquilla redonda en vuestra manga pastelera y hacer círculos en línea vertical. Una vez que habéis hecho la primera fila, cogéis una espátula pequeña y arrastráis hacia la derecha. Volvéis a hacer otra fila vertical, y repetis el proceso. Así hasta terminar todo el diámetro de la tarta.

7. Como me sobraron restos de cada bizcocho, desmigué un poco de cada uno y los mezclé para decorar la parte de arriba.

Y... ¡esto es todo!

Una vez más os dejo una receta de las bonicas y fáciles que espero que pongáis en práctica y que me la enseñeis.



  • Utilizad un termómetro de horno para comprobar que la temperatura es exactamente la que marca la receta para evitar que se os bajen los bizcochos, o que no crezcan lo suficiente.
  • Alisad la superficie de la masa con una espátula una vez que la pongamos en los moldes para que crezca uniformemente.
  • Si no disponéis de varios moldes, no os preocupéis, ¡que no se acaba el mundo! Sólo tenéis que fregarlos bien y continuar horneando. Llevará más tiempo, pero alcanzaréis el objetivo de igual manera.
  • Siempre, siempre, siempre tenéis que utilizar ingredientes que estén a temperatura ambiente. Podrá parecer una tontería, pero los huevos recién sacados de la nevera o la leche fría, entre otros, pueden fastidiar el resultado de nuestra receta ¡y no sabéis cuánto!
  • Si no disponéis de una batidora/amasadora, la batidora de varillas es totalmente apta. Eso sí, es imposible hacer una buttercream con unas varillas de mano, os lo aseguro.
  • Siempre que tintéis vuestras masas o cremas con colorantes en gel o en pasta, aseguráos muy, muy bien de que ha quedado todo de un color uniforme y de que todo ha quedado igualmente tintado. De lo contrario, podríamos encontrar restos de colorante y resulta muy desagradable.

Y hasta aquí los consejos de hoy. Iré publicando más, ¡no os preocupéis!

Pasad buena semana y sed felices.

Monsieur Citron.