¡¡¡Ya tenemos ganadora del "Sorteo 200 seguidores"!!!




Queridos/as seguidores/as,

tengo el honor de presentaros a Yolanda López Hernández, la ganadora del sorteo que La Cuisine de Monsieur Citron realizó el pasado viernes como recompensa a los más de 200 seguidores de mi página en Facebook.

Cuando le comuniqué el notición, se puso loca perdida. Claro, ¡no es para menos! No todos los días nos toca una tarta en un sorteo. Lo primero que hice fue darle la enhorabuena, e inmediatamente le pregunté que para cuándo la necesitaba y de qué la quería. Creo que notó que estaba un poco desesperado por hacerla, jajajaja. "Para este domingo y de tres pisos, si puede ser, que sé yo que también sabes hacerlas", me respondió. 

Los ojos se me pusieron como platos, y mi corazón latía más rápido que el aleteo de un colibrí. "¡Pedazo de reto se me acaba de presentar!, pensé. Sin embargo, si algo he aprendido en la vida es que sólo existen las barreras que uno mismo se impone. No es más fuerte el que más fuerza tiene, sino el que más insiste en conseguir sus metas. Y, como encima "les temps sont bons pour les rêveurs" (Son buenos tiempos para los soñadores)... ¡Estaba clarísimo que ésta era mi oportunidad! Total, que este es el resultado de varias horas de trabajo y esfuerzo: 



Otra captura más...


Y otra... ¡Esta vez con banderillas!


Y, por si acaso, ¡otra más!...


¡Ay, que no lo he dicho! Cada uno de los pisos de la tarta es de distinto sabor. La base es de bizcocho húmedo de chocolate con buttercream de Kinder®; el segundo piso es de red velvet con buttercream de Oreo®; y, por último, como me sobró un poco de masa del bizcocho de red velvet, hice 3 cupcakes y los decoré con la buttercream de Kinder® restante.


No os puedo decir de manera objetiva si estaba buena o no, pero por los comentarios que me han llegado de aquellos y aquellas que sí la probaron... ¡Se ve que estaba requetebuena!

El reloj marca las 23:03h, así que ya creo que va siendo hora de echar el cierre por hoy.

Muchísimas gracias por vuestras visitas y enhorabuena de nuevo a Yolanda por ser la ganadora del sorteo.

Un beso muy grande.
Monsieur Citron.






Muffins de Chocolate - Versión Fitness



Cuando ya pensaba que lo había visto casi todo en la vida, voy y preparo unos muffins que no sólo son de chocolate, sino que... ¡Tampoco engordan! Bueno, seamos realistas... Aquí los únicos que podemos engordar somos nosotros... ¡Pero es que ya ni eso! 

Gracias a Monsieur Citron, a partir de hoy podréis disfrutar de algo dulce y de chocolate sin preocuparos por la báscula. ¡Que se preocupe ella, que bastantes cosas llevamos ya nosotros en la cabeza! Jajajaja. 

Yo no paro de calentarme los sesos buscando maneras de poder "comer sin pensar". Anda, pues me ha gustado ese lema. Creo que lo voy a aplicar en más de una ocasión, jajajaja.

No, ya poniéndonos un poco más serios, el sobrepeso y sus derivados son grandes problemas que atañen a la sociedad actual y que hay que intentar solucionar en la medida de lo posible. "¡Claro, es que resulta tan fácil hablar por hablar!", pensaréis. Creedme, sé de lo que hablo. Muchos/as no lo sabéis, pero Monsieur Citron tiene un pasado tan negro que hasta rapea, jajajaja. 

En efecto, yo también he pasado por ahí. Y os puedo decir que la lucha es eterna, de las que nunca terminan. Hay etapas en las que te encuentras mejor y otras en las que no te apetece ni salir a la calle. Sin embargo, tenemos que ser capaces de encontrar la manera de estar bien con nosotros mismos. Cueste lo que cueste, duela lo que duela. En esta vida nadie regala nada, en algunos bares ni los vasos de agua. Bueno, miento, yo estoy regalando una tarta con motivo de los 200 seguidores de mi página de Facebook, jajajaja, Así que tranquilos/as, que ya está aquí Monsieur Citron para que mejoréis vuestra condición de vida. Si yo he podido, vosotros/as también, ¡qué leches! Pero bueno, ya seguiremos hablando de esto más largo y tendido...

Ahora vamos a ir cogiendo nuestros baberos porque la receta de hoy os hará la boca agua. ¿Arrancamos motores? 


MUFFINS DE CHOCOLATE - Versión Fitness

¿Qué necesitamos?
Para 10 muffins
  • 2 huevos talla L
  • 12 cucharadas soperas de leche desnatada o 1 yogurt desnatado 0% m.g. + 1 chorrito de zumo de limón
  • 4 cucharadas soperas de edulcorante líquido
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 8 cucharadas soperas de Harina de Maíz o Maizena®
  • 5 cucharadas soperas de Cacao en Polvo desgrasado Valor®
  • 1 sobre de levadura en polvo Royal®
  • Una pizca de sal
  • Pepitas de chocolate (opcional)

¿Cómo lo hacemos?

1. Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.

2. Preparamos nuestro molde para muffins/magdalenas colocando las cápsulas de papel que hayamos elegido en cada uno de los huecos. Recordad que a mí me han salido 10 muffins con esta receta.

3. Mezclamos todos los ingredientes secos por un lado: la harina de maíz, el cacao en polvo, la levadura y la pizca de sal. Reservamos.

4. En otro bol, batimos los huevos. Les añadimos la leche desnatada (o el yogurt desnatado), el edulcorante líquido y el extracto de vainilla. Terminamos de batir bien hasta que quede todo bien integrado.

5. Añadimos la mezcla de ingredientes secos a la de ingredientes líquidos y removemos hasta que nos quede una masa completamente homogénea y sin grumos.

6. Con la ayuda de una cuchara de helado (o con dos cucharas normales que tengáis en casa) repartimos la masa en las cápsulas de papel de manera proporcional y sin llenar más de 2/3 de su capacidad, ¡que la podemos liar! Es el momento de añadir las pepitas de chocolate (para los/as que hayáis decidido incorporarlas) sobre cada uno de los muffins.

7. Metemos nuestros muffins al horno por un periodo de 18-20 minutos. Ya sabéis cómo comprobar que están perfectamente horneados: cogemos un palito de madera, lo introducimos en el centro de un muffin, y si éste sale seco, ya podemos retirar la bandeja del horno.

8. Con cuidado de no quemarnos, sacamos los muffins uno a uno de la bandeja y los dejamos enfriar sobre una rejilla a temperatura ambiente.

Y... ¡Listo, Calisto!

Espero vuestros comentarios diciéndome que os han salido buenísimos y que no habéis cogido ni un gramo, jajajaja.




Sed felices,
Monsieur Citron.









¡Sorteo! Gana una tarta a tu gusto y... ¡GRATIS!



¡Sí, estás leyendo bien! Ahora resulta que seguir la página de Facebook de La Cuisine de Monsieur Citron tiene premio.

Sois muchos y muchas los/las que seguís día a día todas y cada una de mis publicaciones... Y estoy tan, pero que tan agradecido, que he pensado que tengo que premiaros eso de alguna manera.

¡Participar es muy fácil! Venga, que sólo te va a quita un par de minutillos de tu tiempo... Sólo tienes que hacer click en "Me gusta" en mi página de Facebook e invitar a vuestros amigos y amigas para que también tengan la oportunidad de participar en el sorteo.

"Sí, sí... Todo eso está muy bien, pero... ¿qué es lo que se sortea?", pensaréis. Bien, una vez que alcancemos 200 SEGUIDORES, Monsieur Citron (o sea, yo) se compromete/me comprometo a regalar UNA TARTA A GUSTO DEL GANADOR/A entre todas aquellas personas que hayan hecho click en "Me gusta".

Para que no penséis que ésto tiene tongo, dicho sorteo se realizará mediante EASYPROMOS, una aplicación que permite seleccionar de manera aleatoria el/la ganador/a. Digamos que es como "un notario virtual".

Yo me la jugaba... ¿¿Y vosotros/as??

¡Ayúdanos a difundir ésto! Cuanto antes consigamos los 200 seguidores, antes podréis disfrutar de vuestra tarta GRATIS.

¡No estamos locos, sabemos lo que queremos! Y queremos que sigáis mostrando vuestro apoyo como lo venís haciendo hasta ahora, pero esta vez con un premio inclusive.

¡MUCHÍSIMA SUERTE, FAMILIA!

Un abrazo de los enormes,
Monsieur Citron.





Red Velvet Layer Cake con Buttercream de Chocolate Blanco (Versión 2.0)



¡Qué grandes recuerdos me trae esta tarta! Si echáis un vistazo a mis primeras entradas del blog, podréis observar que ésta es la primera Layer Cake que salió de mis manos. Recuerdo con anhelo y, por qué no decirlo, con cierto nerviosismo aquel momento como si fuera ayer... 

Venga, va, os lo cuento un poco, que estoy con ganas de escribir esta noche... Jajajaja. Resulta que dos grandísimas amigas de la universidad se graduaban. En efecto, sé lo que estáis pensando... "¡Mira que es difícil hacer buenos/as amigos/as en la universidad!" Pues sí, pero parece ser que yo lo he conseguido, no me preguntéis cómo. De hecho, y a modo de inciso, ahora mismo estoy escuchando Titanium, de David Guetta porque es la canción que pone la BSO a cada uno de los momentos que hemos compartido juntos y consideraba oportuno volver a reproducirla a modo de inspiración. 

Bueno, como os iba contando... Mis dos amiguísimas en cuestión se graduaban, y Monsieur Citron tenía que hacerles un pedazo de regalo. Pero, claro, ya puestos... ¡Que el regalo valga para todos! Total, que dije: ¡Me la juego! Preparo una tartica, yo quedo como un rey y nos ponemos moráos (yo más de lo que ya soy, si cabe). Ya antes había preparado algún que otro postre tipo "Tarta de 3 Chocolates" o "Tarta de Queso", entre otros clásicos varios. Sin embargo, ¡no me iba a presentar con un flan de huevo para celebrar que tus amigas han acabado 4 intensos y durísimos años de carrera! 

Yo pensaba... Tiene que ser algo distinto, algo original, algo que digas: ¡la leche, qué cosa más bonica! Pero que a su vez no fuera demasiado arriesgado por si la pifiaba. Harto de ver vídeos en Youtube, de leer y releer libros de cocina, opté por intentar hacer una Layer Cake. Una vez que el concepto estaba semi-claro, tocaba decidir sabores y estética. Lo de la estética en verdad no fue tan complicado, pues desde el primer momento tenía clarísimo que debía representar los colores de la bandera de nuestra amada Francia. 




Con bolígrafo en la mano y una hoja de papel bastante amplia, me pongo a apuntar ingredientes, pasos a seguir e, incluso me atrevo a dibujar un boceto (el cuál quedará guardado en el cajón más recóndito y escondido de mi habitación por siempre y para siempre, jajajaja). Según leí, una Layer Cake se compone de un mínimo de 2 bizcochos, rellena y decorada generalmente con una crema llamada "Buttercream". Lo primero que me puse a investigar fue el bizcocho. Tenía que ser rojo, para que cuando partiéramos la tarta, la gente se sorprendiera aún más. "Me suena a mí de algo eso de Red Velvet, pero... ¿eso estará bueno? ¿eso cómo se hace?" - me pregunté. Tras buscar varias recetas, finalmente me quedé con una. Ahora era el turno de "la Buttercream" esa famosa, que consistía básicamente en mezclar mantequilla con azúcar glasé "y poco más". Supuestamente, la crema que suele acompañar al bizcocho de Red Velvet es la de queso, pero consideraba que me iba a quedar demasiado blanda y en la primera vez no me la quería jugar tanto. Así que busqué la receta de una buttercream de chocolate blanco que me convenció bastante.

He de decir que el bizcocho me quedó fantástico, sin errores. La buttercream también bien. Pero para la decoración... ¡me las vi y me las deseé! Eso no había manera de dejarlo liso, y ya llevaba unos cuantos-bastantes intentos. Finalmente medio-atiné a dejarla visible. Aquello parecía un lienzo en blanco en el que podías dar rienda suelta a la imaginación. Pensé que hacer unas rosas podría quedar bastante elegante, y si encima las hacía en azul, de esta manera ya completaba los tres colores que quería representar. La primera salió bonica, la segunda casi que también... Pero conforme más hacía, ¡peor salían! Y es que resulta que el calor de las manos hace que la buttercream se derrita y sea más difícil de manejar. Total, que terminé de hacer las rosas como buenamente pude y les puse unas bolitas plateadas de azúcar. No satisfecho del todo con el trabajo realizado, me dispongo a hacerle un ribete en la parte de abajo, esta vez de color rojo. ¡Qué cosa más horrible! Eso parecía un tutú o, mejor dicho, ¡un tutú derretido! "Bueno, yo lo voy a dejar así y que sea lo que Dios quiera" - pensé. Había comprado una caja super chula con ventana y todo para poder ver lo que había dentro. Cuando me dispongo a meterla, voy y le pego un restregón en todo el lateral. Varios miembros de la corte celestial me pasaron por la cabeza en aquel maldito momento, lo reconozco. Tras pedir perdón vía Whatsapp, me relajé un poco y terminé por dejarla con su restregón correspondiente. Por suerte, contaba con el apoyo moral de estas personas tan fantásticas y finalmente pudimos disfrutar de la tarta. Menos mal que estaba mejor que buena, porque si no... Jajajaja.

Varios meses después, me he atrevido a volver a revivir aquel momento, aunque esta vez lo hago con una versión 2.0 y con menos altercados, jajajaja.




No voy a publicar la receta porque realmente he seguido la misma. A continuación os facilito el enlace para que podáis pinchar en él y disponer de la receta con mayor facilidad.


Resulta que esta vez me ha sobrado un poco de Buttercream, así que he optado por idear unas galleticas con rosas de este frosting tan fantástico. Aquí os dejo una fotico:






Es algo super fácil de hacer y que os recomiendo poner en práctica, sin duda. Por no hablar de lo bonitos y vistosas que quedan.

Bueno, me voy a ir despidiendo ya que hoy me he explayado escribiendo, jajajaja. ¡Nos vemos prontísimamente con más recetas deliciosas!

Un abrazo muy fuerte,
Monsieur Citron.